A escala mundial se pierden o desperdician a diario toneladas de alimentos comestibles. Solo entre la cosecha y el nivel minorista se pierde cerca del 14 % del total de alimentos producidos en todo el mundo. También se desperdician enormes cantidades de alimentos en el plano minorista o del consumidor.
Depende de nosotros cambiar nuestras costumbres para que no desperdiciar alimentos se convierta en un modo de vida.
Aquí sugerimos unas cuantas medidas fáciles que pueden tomarse para
restablecer la conexión con los alimentos y lo que significan:
1. Adopte una dieta más saludable y sostenible
La vida se mueve deprisa, y preparar comidas nutritivas puede ser
complicado, pero las comidas saludables no tienen por qué ser elaboradas. En
Internet abundan recetas saludables y rápidas que puede compartir con sus
familiares y amigos.
2. Compre solo lo que necesita
Planifique sus comidas. Prepare una lista de la compra y aténgase a ella
evitando las compras impulsivas. No solo desperdiciará menos alimentos ...
también ahorrará dinero.
3. Elija frutas y hortalizas feas
No juzgue los alimentos por su apariencia. A menudo se tiran a la basura
frutas y hortalizas magulladas o con formas extrañas porque incumplen unas
normas cosméticas arbitrarias. No se preocupe ... el sabor es el mismo. Utilice
la fruta madura para preparar batidos, zumos y postres.
4. Almacene los alimentos con sensatez
Pase los productos más antiguos a la parte delantera del armario o el
frigorífico y coloque los nuevos en la parte trasera. Utilice contenedores
herméticos para mantener frescos en el frigorífico los alimentos abiertos y asegúrese
de cerrar los paquetes para que no entren insectos.
5. Comprenda el etiquetado de los alimentos
Hay mucha diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y
“caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo inocuos para el consumo pasada
la fecha de “consumo preferente”, mientras que la fecha de “caducidad” indica
el momento en que el consumo deja de ser inocuo. Verifique las etiquetas de los
alimentos para averiguar si contienen ingredientes no saludables como grasas
trans y conservantes y evite los alimentos con azúcar o sal añadidos.
6. Empiece por lo pequeño
Sirva en casa porciones más pequeñas o comparta platos más grandes en los
restaurantes.
7. Valore las sobras
Si no se come todo lo que prepara, congélelo para más adelante o utilice
las sobras como ingrediente de otra comida.
8. Haga uso de los alimentos desperdiciados
En lugar de tirar a la basura desechos de comida, haga compost con ellos.
De esta forma devolverá nutrientes al suelo y reducirá su propia huella de
carbono.
9. Respete los alimentos
Los alimentos nos ponen en conexión a todos. Restablezca la conexión con
los alimentos sabiendo del proceso de producción que comportan. Infórmese
leyendo de la producción de alimentos y conozca a agricultores cercanos.
10. Apoye a los productores de alimentos
locales
Comprando productos locales, presta apoyo a agricultores familiares y
pequeñas empresas de su comunidad. También contribuye a la lucha contra la
contaminación reduciendo las distancias que recorren los camiones y otros
vehículos en el reparto.
11. Mantenga a flote las poblaciones de peces
Consuma especies de peces que abunden más, como la caballa o el arenque,
antes que otras que corren peligro de sobreexplotación, como el bacalao o el
atún. Compre pescado que se ha capturado o criado de forma sostenible, como
pescado provisto de etiqueta o certificado ecológico.
12. Use menos agua
No podemos producir alimentos sin agua. Aunque es importante que los
agricultores utilicen menos agua para cultivar alimentos, la reducción del
desperdicio de alimentos también ahorra todos los recursos hídricos empleados
en su producción. Reduzca de otros modos el consumo de agua: arregle las
goteras o cierre el grifo mientras se cepilla los dientes.
13. Mantenga limpios los suelos y el agua
Algunos desperdicios domésticos son, en potencia, peligrosos y nunca deben
echarse a un cubo de basura general. Artículos como pilas, pintura, teléfonos
móviles, medicamentos, productos químicos, fertilizantes, neumáticos o
cartuchos de tinta pueden filtrarse en nuestros suelos y nuestro suministro de
agua perjudicando a los recursos naturales con los que se producen nuestros
alimentos.
14. Coma más legumbres y verdura
Trate de consumir una vez por semana una comida a base de legumbres o cereales
“antiguos” como la quinua.
15. Compartir es cuidar
Done los alimentos que de otro modo se desperdiciarían. Por ejemplo,
mediante aplicaciones los vecinos pueden conectarse entre sí y con empresas
locales para que los excedentes de alimentos puedan compartirse y no tirarse a
la basura.