Cambio climático y medioambiente
Ante la triple crisis
medioambiental que sufre el planeta, el Secretario General de la ONU nos
emplaza a no “desoír las alarmas que se intensifican día tras día” e insta a
los gobiernos a “priorizar urgentemente la acción climática y la protección
ambiental” mediante decisiones políticas en favor de un progreso sostenible.
La salud del planeta
sigue deteriorándose a pasos agigantados con más 3000 millones de personas
afectadas por la degradación de los ecosistemas, con elevadas tasas de
contaminación que causan unos nueve millones de muertes prematuras cada año y
más de un millón de especies de plantas y animales están en peligro de
extinción.
Esta fue una de las
advertencias del Secretario General de la ONU en su
mensaje por el Día Mundial del Medioambiente, que se celebra este domingo, y en
el que el titular de la ONU recordó otras amenazas que penden sobre todas las
personas.
“Cerca de la mitad de
la humanidad ya vive en zonas de peligro climático, por lo que tiene 15 veces
más probabilidades de morir a raíz de efectos del clima como el calor extremo,
las inundaciones o la sequía”, destacó António Guterres.
Y en clave climática
añadió que “hay un 50 % de posibilidades de que las temperaturas mundiales
medias anuales superen en los próximos cinco años el límite de 1,5 °C fijado
por el Acuerdo de París. Para 2050 podrían verse desplazadas más de 200
millones de personas por la disrupción climática”.
Ante esta situación,
señaló que ha llegado un momento en el que “no podemos desoír las alarmas que
se intensifican día tras día” y emplazó a los gobiernos a “priorizar
urgentemente la acción climática y la protección ambiental mediante decisiones
de política que promuevan el progreso sostenible”.
Los ciudadanos y las
empresas como motores de cambio
Entre los múltiples
agentes de cambio para alcanzar esta transformación, el Secretario General
incluyó a las empresas, a las decisiones de consumo y las políticas que decidan
apoyar las personas y a las mujeres y las niñas.
“Es necesario
empoderarlas e incluirlas en la toma de decisiones a todos los niveles. De
igual modo hay que respetar los conocimientos indígenas y tradicionales y
aprovecharlos para ayudar a proteger nuestros frágiles ecosistemas”, destacó.
Asimismo, resaltó que
durante este año y el que viene habrá múltiples oportunidades para que la
comunidad mundial demuestre el poder del multilateralismo, y que van “desde las
negociaciones sobre un nuevo marco mundial de la biodiversidad para revertir la
pérdida de naturaleza para 2030 hasta la firma de un tratado para combatir la
contaminación por plásticos”.
Unsplash/Matthew Smith Las emisiones de CO2 deberán reducirse a la mitad antes de 2030 para evitar un aumento de la temperatura de 2,7C o más a finales de siglo
Solo tenemos un
planeta
Por último, indicó que
el tema elegido este año para la celebración del Día Mundial, “Una sola
Tierra”, nos recuerda que el planeta es nuestro único hogar y que hemos de
proteger “la salud de su atmósfera, la riqueza y la diversidad de la vida en la
Tierra, sus ecosistemas y sus recursos,” todos ellos bienes finitos.
“Pero no lo estamos
haciendo. Le pedimos demasiado a nuestro planeta para mantener unas formas de
vida que son insostenibles. Los sistemas naturales de la Tierra no
pueden seguirle el ritmo a nuestras exigencias”, alertó.
© UNICEF/Michal Korta Un niño de seis años viaja en un tren a lo largo de la frontera entre Polonia y Ucrania en Medyka, tras huir del conflicto en Ucrania con su madre.
Los conflictos también
representan una amenaza para el medioambiente
Por su parte, el
relator especial de la ONU* sobre derechos humanos y medio ambiente destacó que
la devastación medioambiental que causan los conflictos está agravando las
garantías fundamentales de las personas, incluyendo su derecho a vivir en un
medio ambiente limpio, sano y sostenible. Una consecuencia que continuará
durante los próximos años.
“La paz es un
requisito previo indispensable para el desarrollo sostenible y el pleno disfrute
de los derechos humanos, incluido el derecho a un medio ambiente limpio, sano y
sostenible”, declaro en su mensaje por la jornada y poniendo como ejemplo a la
guerra en Ucrania.
David R. Boyd, explicó
que la invasión rusa “sigue cobrándose demasiadas víctimas, matando e hiriendo
a miles de civiles y provocando graves violaciones de los derechos humanos” y
que también “está consumiendo grandes cantidades de energía, produciendo
enormes emisiones de gases de efecto invernadero que alteran el clima,
generando una contaminación tóxica del aire, el agua y el suelo, y destruyendo
la naturaleza”.
Boyd alertó que estos
negativos efectos sumados a la amenaza de la triple crisis medioambiental -
alteración del clima, colapso de la biodiversidad y contaminación generalizada-
y la pandemia de COVID-19, retrasan el avance hacia la
consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de
2030
Es imprescindible
acabar con las guerras, garantizar la paz e iniciar los procesos de saneamiento
y restauración tan pronto como sea humanamente posible”, concluyó.
*Los relatores
especiales forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales
del Consejo de Derechos Humanos. Los
Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del
sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos
independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de
situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todo el mundo.
Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no
son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son
independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a
título individual.