22 agosto 2022

Ambiente y Ciencia.

Los cinco errores comunes que afectan la cadena del reciclaje 

Amazóniko

El compromiso con el cuidado del medio ambiente nos lleva a que cada vez estemos más preparados en temas como la separación de residuos y el reciclaje.  Y no es para menos, en Colombia, de acuerdo con el DANE, en 2012 un ciudadano producía anualmente 451 kilogramos de residuos al año, mientras que en 2019 esta cifra llegó a 536 kilogramos y a la fecha continúa en aumento.

Asimismo, cerca del 28% del total de los residuos que año a año llegan al relleno Doña Juana en Bogotá, derivados del plástico, papel y cartón, son residuos que no se alcanzaron a reciclar y que, de acuerdo con el Observatorio Ambiental de Bogotá, en 2021, fueron cerca de un millón de toneladas, generando un aumento innecesario del relleno y mayores afectaciones al medio ambiente derivadas de los altos periodos de degradación de los materiales.

Para que cada vez más productos sean aprovechados y se reduzca esta afectación en la ciudad al relleno sanitario y al medio ambiente, Amazóniko, la plataforma de reciclaje colaborativo, con la que los bogotanos ya reciclaron más de 1.100 toneladas de residuos, recomienda estar atentos a estos cinco errores comunes en el reciclaje, más puntualmente, errores en la separación de los residuos, que es donde todos los consumidores estamos involucrados:

1.    Dejar los residuos sucios o con líquidos. De acuerdo con Catalina Arias, directora de sostenibilidad de Amazóniko, limpiar los residuos reciclables es clave. “Es crucial que los residuos potencialmente reciclables no tengan restos orgánicos. Con un lavado rápido se puede hacer la diferencia entre un material que se puede aprovechar y uno que no”, manifestó. 

2.    Dudar que se puede reciclar y que no. “Cuando uno se enfrenta a separar los residuos siempre se duda si un material se puede reciclar o no. Las dudas más frecuentes se relacionan con los tipos de plástico. Un ejemplo de ello es la cada vez más popular “botella de amor” que es esta botella tipo PET (por ejemplo, una botella plástica de agua) o PEAD (por ejemplo, una botella de detergente) en donde se acumulan todos aquellos plásticos que suenan o plástico “chirrión”, como le dicen los recicladores, (por ejemplo los empaques de papas fritas o galletas), de esta manera este tipo de residuos plásticos de difícil transformación pueden ser transformados en madera plástica. Los cepillos de dientes, tubos de crema y los mangos de las cuchillas de afeitar también pueden ir en estas botellas, procurando que estén lo más limpias posible,” afirmó la vocera de Amazóniko.

3.    Reciclar papel y cartón mojado o engrasado. Con respecto a las celulosas, que son todos los derivados del papel y del cartón, la experta recuerda que el principal error es dejar mojar el papel o juntar el cartón engrasado con el limpio. “En Amazóniko manejamos 2 bolsas, precisamente, para separar las celulosas de los plásticos metales y vidrios, se busca con esto evitar al máximo que el papel, el cartón y sus derivados se mojen. Las celulosas se deben almacenar estiradas y completas, evitando romperlas, de esta manera serán aptas para su posterior procesamiento” explicó Catalina.

4.    Pensar que es difícil separar los residuos. Aunque parece obvio, uno de los principales errores que se cometen al aportar al reciclaje es pensar que la separación de los residuos es compleja, nada más lejos de la verdad, “Los usuarios de Amazóniko, tienen en su mayoría dificultades al iniciar la separación, sin embargo, a la tercera programación de la recolección, los usuarios han separado con éxito hasta 75% más de sus residuos, en un menor tiempo y con menor esfuerzo. Esto se logra con la comunicación directa que tienen nuestros usuarios con los recolectores y las recomendaciones que reciben” manifestó.  

5.    No reconocer nuestro papel en la cadena del reciclaje. La falta de conciencia sobre el papel que jugamos nosotros como consumidores es el principal error y la razón por la que millones de residuos no son reincorporados a la cadena productiva. “El actuar del consumidor es crucial para que un material, cualquiera que sea, tenga el potencial para ser aprovechado o no. Una acción tan básica como enjuagar una botella o disponer adecuadamente los materiales, puede evitar que residuos aprovechables con tiempos de degradación mayores de 100 años, lleguen a los ya colapsados rellenos sanitarios” afirmó la experta en sostenibilidad.